Las dos principales escenas de la Biblia en las que aparece Salomón que suelen recoger los artistas son los famosos «Jucio de Salomón» y «Salomón y la reina de Saba». La acción del Juicio se sitúa en el palacio de Salomón, y su escenario es el vestíbulo del trono, en donde el monarca israelita impartía justicia (I Libro de Reyes, 3:16-28). Ante él comparecen dos prostitutas, las cuales han dado a luz sendos niños, de los que sólo uno ha sobrevivido. Ambas reclaman la maternidad del recién nacido. Salomón solicita una espada y ordena partir al niño en dos y entregar cada mitad a una de las mujeres. La verdadera madre, no pudiéndolo soportar, renuncia a su parte para salvar la vida del niño, pero la otra pide que lo partan. De este modo Salomón sabe cuál es la madre auténtica, a la que entrega el recién nacido. Suele ser una alegoría de la Justicia y la Prudencia, muy adecuada para zonas de gobierno o tribunales de justicia.

El segundo episodio recoge el momento en el que la Reina de Saba, al haber tenido noticia de la construcción del famoso Templo de Salomón, fue a poner a prueba con sus enigmas al rey de Israel. Salomón resolvió todas sus cuestiones y la Reina de Saba admitió su sabiduría y la belleza del templo entregándole aromas, oro y maderas de sándalo. La alegoría en este caso es de la Sabiduría, y es muy adecuada por tanto para bibliotecas o salones de Consejos.

Por otra parte, en Oriente la imagen de Salomón es muy diferente (no debemos olvidar la importancia que tuvo Salomón en un cúmulo de leyendas medievales en el mundo musulmál, que llegan incluso a varios capítulos de las Mil y una noches). En la bella miniatura persa antigua del rey Salomón que vemos a la izquierda, el rey echa fuego por la cabeza, domina a los animales y da muestra de su infinita sabiduría. La imagen de Salomón para los musulmanes se basa en las apariciones de éste en el Corán, donde se exalta sobre todo su imagen como mago junto a la africana Reina de Saba.

Ca. 1137, panel de bronce de la puerta meridional de la iglesia románica de
San Zeno Maggiore (Verona), «El rey Salomón», Segundo Maestro (55 x 50 cm).

  
S. XII, «Salomón y la reina de Saba», Mosaico en Viena (Nicolás de Verdún)

s. XIII, Vidriera en la catedral de Estrasburgo (Francia), «Salomón y la reina de Saba»

  
Finales del s. XIII, «La reina de Saba» (Catedral de Burgos) | 1424-38, Nanni di Bartolo, «Juicio de Salomón» (Palacio Ducal, Venecia)

   
S. XIV, «Salomón y la reina de Saba», Biblia manuscrita | S. XV, Biblia de Guyart des Moulins, «Salomón y la reina de Saba» (Biblioteca Nacional, París) | S. XV, «Presentación en el Templo», Retablo gótico del Monasterio de El Paular

1435
Conrad Witz (Rottweil, 1400 - Basel, 1446)
«El rey Salomon y la reina de Saba»
Staatliche Museen, Berlín; originalmente en el retablo de Heilspiegel
Témpera sobre madera (84 x 79 cm)

Como vemos en este grabado de una biblia italiana del siglo XVI que representa a Salomón con la Reina de Saba, el ilustrador de este Palacio-Templo no tiene ningún interés en reconstruir las fuentes escritas arquitectónicas ni parece conocer los escasos testimonios de Tierra Santa obtenido a través de las Cruzadas ni las numerosas fuentes gráficas y escritas.

Se trata de la típica construcción móvil de los reyes guerreros de la época, una tienda de campaña al más puro estilo occidental. Detrás, cinco personajes entierran al rey David, uno de ellos en posición de oración al estilo cristiano, con las manos frente a la boca.

(4.9.a.III. Libros de viajes)